Conscientementes o no tanto, intentamos esconder la verdad a la gente de nuestro alrededor o incluso a nosotros mismos.
Elegimos un camino que nosotros creemos que es el correcto, pero que termina siempre por no serlo.
A veces o casi siempre nos equivocamos al escojer, pero no es cuestión de sabiduria sino del destino.
Terminamos arrepintiendonos de lo que realizamos, pero para que tenemos que hacerlo sino hay marcha atras, siempre acabamos dandoles vueltas a las cosas o pensando, causandonos un daño interior fuerte que intentamos no desvelar a los demás, pero que nuestro estado de animo y nuestros ojos terminan afirmando.
Tan solo nos queda mirar al futuro y afrontar lo que nos traiga.
MAITE
No hay comentarios:
Publicar un comentario